Macanudo de Liniers

Macanudo de Liniers
"¿Y si no fuésemos otra cosa que los brazos de una voz?" Decir. Maliyel Beverido

lunes, 12 de diciembre de 2016

I carry your heart with me




Allí donde nunca he viajado

e e cummings


Allí donde nunca he viajado, felizmente
más allá de toda experiencia, tus ojos están en silencio:
y en tu gesto más frágil hay cosas que me envuelven
o que no puedo tocar porque están demasiado cerca.
con sólo mirarme me abres fácilmente
aunque haya estado cerrado como unos dedos,
tú me abres siempre pétalo a pétalo
como la primavera abre
(tocándola en forma diestra y misteriosa)
su primera rosa.
o si tu deseo fuera cerrarme, yo y
mi vida nos cerraremos hermosa, repentinamente,
como cuando el corazón de esta flor imagina
la nieve cayendo ligeramente por todos lados;
nada de lo que percibimos en este mundo iguala
la fuerza de tu intensa fragilidad, cuya textura
me somete con el color de sus campos
retornando a la muerte y la eternidad con cada respiro.
(no sé qué tienes, que me cierras y me abres,
aunque algo me dice que la voz de tus ojos
es más profunda que todas las rosas)
nadie, ni siquiera la lluvia
tiene manos tan pequeñas.





Me gusta mi cuerpo cuando está con tu cuerpo

e e cummings

Me gusta mi cuerpo cuando está con tu
cuerpo. Es algo tan nuevo.
Músculos mejores y nervios más.
me gusta tu cuerpo. Me gusta lo que hace,
me gustan sus maneras. Me gusta sentir la espina dorsal
de tu cuerpo y sus huesos, y su trémula
-firme-suavidad y lo que
una y otra vez
besaré, me gusta besar esta y esa parte de ti,
me gusta, acariciar lentamente el, sorprendente vello
de tu eléctrica piel, y sea-lo-que-fuere lo que acontece
a la carne que se separa...Y los ojos grandes migajas de amor,
y me gusta quizá el estremecimiento
debajo de mí tú tan perfectamente nueva.



Edward Estlin Cummings, típicamente abreviado e e cummings, (1894-19629 fue un poeta, pintor, ensayista y dramaturgo estadounidense.


lunes, 5 de diciembre de 2016

Consejos para escritores: Umberto Eco



1.-No creas que eres “un artista”.

2.-No te tomes demasiado en serio, es decir, no te dejes que tu ego te nuble y te impida avanzar.

3.-o creas que todo es inspiración, también es trabajo. Escribir tiene un 10% de inspiración y un 90% de sudor.

4.-No tengas prisa por escribir un libro. No hace falta que publiques un libro cada año, porque entonces se pierde el encanto de preparar la historia.

5.-No puedes ser un general sin haber sido antes soldado, es decir, ve paso a paso. No pretendas ganar el premio Nobel de forma inmediata y con solo un libro publicado. Esas pretensiones arruinan cualquier carrera literaria.

Bonus:

Les dejo algunas de sus frases sobre la literatura:

*“Nada consuela más al novelista que descubrir lecturas que no se le habían ocurrido y que los lectores le sugieren”.

* “Los libros se respetan usándolos, no dejándolos en paz”.

*“El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee”.


*“Los libros son esa clase de instrumentos que, una vez inventados, no pudieron ser mejorados, simplemente porque son buenos. Como el martillo, el cuchillo, la cuchara o la tijera”.


Domingo de Revolución de Wendy Guerra





Ésta es la historia de Cleo, joven poeta residente en La Habana, una autora bajo sospecha. La Seguridad del Estado y el Ministerio de Cultura creen que su éxito ha sido construido por «el enemigo» como un arma de desestabilización, una invención de la CIA. Para determinado grupo de intelectuales del exilio, en cambio, Cleo es, con sus aires críticos, una infiltrada de la inteligencia cubana.

Atrapada en este vaivén de elucubraciones, prohibida e ignorada en Cuba, Cleo es la controvertida pero exitosa escritora traducida a varias lenguas que estremece a quienes la leen fuera de la isla. Sus textos narran el final de un largo proceso revolucionario de casi sesenta años. El domingo de una intensa semana de revolución que ya ha conocido dos siglos. Enclaustrada en una hermosa mansión de El Vedado bajo la maravillosa luz de una ciudad detenida en el tiempo, Cleo vive una aventura sentimental con un actor de Hollywood al mismo tiempo que «descubre» a sus padres y resiste en un país que la culpa por su gran pecado: escribir lo que piensa.

Mientras Wendy Guerra creaba esta ficción en La Habana, la realidad entraba por la ventana, modificando la trama e interviniendo en ella, contaminando, con sus procesos históricos, los sucesos dramáticos que aquí se narran en tiempo real. Con esta novela, Guerra se confirma como una de las autoras latinoamericanas más agudas y sofisticadas en la construcción de sus historias. Una obra marcada por el fino humor con el que esboza la tragedia cubana, por la naturalidad con la que describe sin prejuicios una realidad que conoce al dedillo y por el lenguaje sonoro con que evoca una ciudad asediada por la música, el mar y la política cotidiana.

*Información tomada de la Editorial Anagrama




Video: Presentación del libro Domingo de revolución de Wendy Guerra, la acompañan los escritores Llucia Ramis y Santiago Roncagliolo. 24 de mayo del 2016. Casa América Catalunya. Barcelona, España.

Sobre la autora:

Wendy Guerra (La Habana, Cuba, 1970) es graduada de Dirección de Cine en el Instituto Superior de Arte y fue alumna de Gabriel García Márquez en su taller de guiones «Cómo contar un cuento», impartido en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños. Trabajó desde su infancia como actriz de televisión y cine. Ha publicado las novelas Todos se van (Bruguera, 2006), Nunca fui primera dama (Bruguera, 2008) y Posar desnuda en La Habana (Alfaguara, 2011), y los libros de poesía Platea a oscuras, Cabeza rapada y Ropa interior (Bruguera, 2009). Ganadora del Premio Bruguera 2006 y del Carbet des Lycéens 2009. En 2010 fue nombrada Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres de la República francesa. En 2012, su novela Todos se van, traducida al inglés como Everyone Leaves y publicada en los Estados Unidos, fue seleccionada por la revista Latina como uno de los nueve mejores libros del año escrito por un autor latino. Su obra narrativa ha sido traducida a trece lenguas pero no se encuentra editada en su país.

*Información tomada de la Editorial Anagrama

martes, 22 de noviembre de 2016

Camus: El Nobel agradecido


Albert Camus (07/11/1913- 04/01/1960)


Si Albert Camus consiguió convertirse en uno de los grandes autores del siglo XX y ganar el Premio Nobel de 1957 por su producción literaria, fue en parte gracias a los esfuerzos de su profesor de primaria. Louis Germain no sólo le habló de la escuela secundaria, sino que también le ayudó a preparar el examen de ingreso e incluso convenció a su abuela -que quería que fuese aprendiz de algún comerciante local- para que le dejase seguir sus estudios.

Nacido el seno de una humilde familia de colonos franceses, con una madre analfabeta y casi sordomuda, y un padre que prácticamente no llegó a conocer al morir en la Primera Guerra Mundial, Camus no olvidó los esfuerzos de su profesor. Por eso, tras dedicarle el discurso de agradecimiento al recibir el Nobel también le escribió una carta de su puño y letra para agradecerle en primera persona todas sus enseñanzas.

La carta ha sido traducida al inglés y publicada en el libro More Letters of Note, y decía lo siguiente:

Querido señor Germain:

He esperado a que se apagase un poco el ruido que me ha rodeado todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, la mano afectuosa que tendió al pobre niñito que era yo, sin su enseñanza y ejemplo, no hubiese sucedido nada de esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y le puedo asegurar que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso continúan siempre vivos en uno de sus pequeños discípulos, que, a pesar de los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido.
Le mando un abrazo de todo corazón.

Albert Camus

Alejandra Pizarnik: Memoria iluminada




Flora Alejandra Pizarnik (29/04/1936 – 25/09/1972) Es una de las escritoras más destacadas de la literatura argentina. Estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones de Artaud y Cesairé, entre otros. Es una de las voces más representativas de la generación del sesenta y es considerada como una de las poetas líricas y surrealistas más importantes de Argentina. En 1972 falleció como consecuencia de una profunda depresión. Dejó como legado una vasta obra, a pesar de su corta vida: un diario de casi mil páginas, un extenso corpus de poemas, muchos escritos y relatos cortos surrealistas, y alguna novela breve.

La tierra más ajena, 1955.
Un signo en tu sombra, 1955
La última inocencia, 1956.
Las aventuras perdidas, 1958.
Árbol de Diana, 1962.
Los trabajos y las noches, 1965.
Extracción de la piedra de locura, 1968.
Nombres y figuras, 1969.
Poseídos entre lilas, 1969 (obra de teatro).
El infierno musical, 1971.
La condesa sangrienta, 1971.
Los pequeños cantos, 1971.
El deseo de la palabra, 1975.
Textos de sombra y últimos poemas, 1982.
Zona prohibida, 1982.
Prosa poética, 1987.
Poesía completa 1955-1972, 2000.
Prosa completa, 2002.




Les comparto, a continuación, el documental completo sobre la vida y la obra de Alejandra Pizarnik, de Ernesto Ardito y Virna Molina. El documental fue emitido como miniserie por canal Encuentro, con el nombre de "Memoria Iluminada: Alejandra Pizarnik".


Todos los films de los autores se pueden descargar desde: http://www.virnayernesto.com.ar







viernes, 21 de octubre de 2016

Evitando el silencio


Walt Withman (1819-1892, USA)

No te detengas

Walt Withman

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.

No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.

  Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
  Somos seres llenos de pasión.
  La vida es desierto y oasis.

Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores:
el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,
dice el poeta.

Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros “poetas muertos”,
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los “poetas vivos”.


No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.

Postal de "El olvido que seremos"



2.

Mi papá me dejaba hacer lo que yo quisiera. Decir todo es una exageración. No podía hacer porquerías como hurgarme la nariz o comer tierra; no podía pegarle a mi hermana menor ni-con-el-pétalo-de-una-rosa; no podía salir sin avisar que iba a salir, ni cruzar la calle sin mirar a los dos lados; tenía que ser más respetuoso con Emma y Teresa -o con cualquiera de las otras empleadas que tuvimos en aquellos años: Mariela, Rosa, Margarita- que con cualquier visita o pariente; tenía que bañarme todos los días, lavarme las manos antes y los dientes después de comer, y mantener las uñas limpias...Pero como yo era de índole mansa, esas cosas elementales las aprendí muy rápido. A lo que me refiero con todo, por ejemplo, es a que yo podía coger sus libros o sus discos sin restricciones, y tocar todas sus cosas (la brocha de afeitar, los pañuelos, el frasco de agua de colonia, el tocadiscos, la máquina de escribir, el bolígrafo) sin pedir permiso. Tampoco tenía que pedirle plata. Él me lo había explicado así:

_Todo lo mío es tuyo. Ahí está mi cartera, coge lo que necesites.

Y ahí estaba, siempre, en el bolsillo de atrás de los pantalones. Yo cogía la billetera de mi papá y contaba la plata que tenía. Nunca sabía si coger un peso, dos pesos, cinco pesos. Lo pensaba un momento y resolvía no coger nada.

[...] Yo pensaba que toda la plata que había en la billetera la podía coger. A veces, cuando estaba más llena, a principios del mes, cogía un billete de veinte pesos, mientras mi papá hacía la siesta, y me lo llevaba para el cuarto. Jugaba un rato con él, sabiendo que era mío, e iba comprando cosas en la imaginación (una bicicleta, un balón de futbol, una pista de carritos eléctrica, un microscopio, un telescopio, un caballo) como si me hubiera ganado la lotería. Pero después iba y lo volvía a poner en su sitio. Casi nunca había muchos billetes y a finales de mes, a veces, no había ni uno, ya que no éramos ricos, aunque lo pareciera porque teníamos finca, carro, muchachas de servicio y hasta monja de compañía. [...] Muchas veces mi papá me daba plata sin que yo se la pidiera, y entonces yo no tenía ningún reparo en recibirla.

*Fragmento tomado de: Abad Faciolince, Héctor. El olvido que seremos. Editorial Planeta. 2008  p:14-15.

viernes, 14 de octubre de 2016

Sobre Espejeos

Portada

El pasado miércoles, 12 de octubre, tuve el gusto de presentar mi libro ESPEJEOS, muy bien acompañada: Maliyel Beverido, Nadia Medina y Víctor Hugo Vázquez Rentería, conversaron conmigo sobre lo que veían en él y, compartieron sus puntos de vista, con un público lleno de rostros entrañables para mí.

A continuación, les comparto lo que preparó la escritora, Maliyel Beverido, sobre Espejeos y un fragmento de su presentación en el Ágora de la ciudad.

Foto de solapa. Fotografía: Enrique Moreno Ricoy


Nos reúne aquí la venturosa aparición de Espejeos, de Xóchitl Salinas Martínez.

“Espejeos”, como esos fulminantes reflejos de luz con los que se paraliza al conejo o al venado; como esos rápidos vistazos a través del espejo retrovisor; como esos atisbos repentinos en las vitrinas.

La literatura refleja la vida, tanto la vida vivida como la vida imaginada. Y este libro es precisamente un reflejo tanto de la vida vivida como de la vida imaginada por su autora en a través de mínimos escritos.

Posando con Espejeos
El libro es de género inclasificable, una suerte de autobiografía en la ficción que refiere los procesos creativos de la mente donde memoria y sueño se mezclan. Su fórmula de segmentos concatenados ha sido utilizada exitosamente por grandes plumas; ya Jean de Bruyère la practicaba en el siglo XVII en sus Caracteres, cuyos segmentos funcionan como detonadores para una reflexión más amplia que se continúa fuera de las páginas.

Shakespeare, Lope de Vega, Quevedo, Jules Renard, Saint-Pol Roux, George Santayana y otros también dedicaron páginas a la síntesis de la imagen y el relato brevísimo.

Por no citar más que a un par de nuestro siglo XX, tenemos a Ramón Gómez de la Serna ejerciendo sus “greguerías” y a Eduardo Galeano con sus agudas prosas mínimas.

En fin, los antecedentes son numerosos, pero no indispensables para acceder a esta fórmula; el caso es que la autora la he hecho suya para mejor librar su pensamiento y experiencia.


Xóchitl Salinas Martínez consigue el anhelo de muchos lectores: transformarse en ficción ella misma, confundirse con autores y personajes. Se ubica al mismo tiempo como autora, narradora, protagonista y espectadora de sus visiones.

La autora se describe con claridad:
“Vivo en vigilia constante, mi memoria es francamente estupenda. Muchas veces, a lo largo de los años, gente a mi alrededor me ha dicho que se sorprenden con los detalles y los amplios espectros que ésta posee. Confieso que no sé cómo lo logro. En fin, duermo poco y sueño mucho”

Cada pieza del libro inicia con “Soñé…”, pero no a la manera del discurso de Martin Luther King, sino como la apertura de una imagen mental, como introducción para predisponer el ánimo a encontrar cualquier cosa; aspectos de la vida cotidiana, reporte de lectura, aforismos, anécdotas, afectos, deseos, esperanzas, etc. Algunas pueden ser muy íntimas y otras más generales, pero jamás podrán parecer impersonales. 

Desde el austero y redondo “Soñé que era feliz”, hasta un elaborado “Soñé que estaba sentada en un jardín escuchando el cantar de los grillos al atardecer. Uno me decía: creamos el sonido del silencio”, cada sueño sugiere la expansión de las palabras y sus sentidos.

Estos sueños no requieren de interpretación mística, aunque sí digestión para que resulten nutrientes. El amplio espectro de consideraciones promete a un amplio espectro de lectores encontrar un enunciado, una proposición en la que se reconozcan, que puedan completar con su propia experiencia e ilusiones.

Ilustración (detalle): Xóchitl Salinas Amancio.
Las ilustraciones se ciñen al texto para acentuar la narrativa. Aportan un toque de lúdica candidez.
Espejeos es un libro, además, que no demanda un orden de lectura, pues puede beberse de un tirón, o degustarse a sorbos, tomarse por un extremo o por el otro, o al azar de una hojeada.

La experiencia lectora de Xóchitl se alía con su oficio de editora para crear un pequeño volumen de iniciación que seguramente encontrará numerosos seguidores. 





Miércoles 12 de octubre/19 hrs.
Presentación del libro ESPEJEOS de la escritora Xóchitl Salinas Martínez, publicado por Ediciones El Viaje
Participan: Maliyel Beverido, Nadia Medina Muro y Xóchitl Salinas Martínez

INVITARON:

IVEC/ Ágora de la ciudad/ Los Doce, Filial Veracruz/Ediciones El Viaje

sábado, 8 de octubre de 2016

Configuración de la otra orilla (poemas de Houellebecq)

Autora: Catrin Welz-Stein

*

En la contradicción que inunda nuestras mañanas
Respiramos, es cierto, y el cielo está apacible;
Pero ya no creemos que la vida sea posible,
Ya no tenemos la impresión de ser humanos.
La infancia se ha acabado, se han repartido las cartas;
A fuerza de costumbre y de renuncia,
Hemos ahogado los gritos de la pasión;
Nos encaminamos hacia el fin de la partida.
El polvo se arremolina sobre el suelo gris, moviente;
Un golpe de viento surge y purifica el espacio.
Hemos querido vivir, quedan trazas de ello;
Nuestros cuerpos aletargados se suspenden a la espera.

*

Cae la tarde, portadora de paz y de amargura;
La sangre late en las venas al ritmo aletargado
De fin de la jornada; los cuerpos están embrutecidos,
Mañana por la mañana el cielo se cubrirá de bruma.

Un aire calmo y cobrizo circula entre los cuerpos
Que se embadurnan en aceite y sonríen a la muerte,
Programados en sus genes y en sus costumbres,
Una cometa vacila; ebria de soledad.

Se paraliza la tarde, el papalote cae;
El niño está ante ella, contemplando la tumba
Entre las varillas rotas, los restos de la vela,
En la perfecta indiferencia de la naturaleza.

El niño mira fijamente al suelo y su alma se depura;
Haría falta un gran viento que disperse la arena,
El redundante océano, el aceite y las carnes miserables;
Haría falta un viento fuerte, un viento inexorable.

*

Tengo que echarme
Y dormir un poco,
Tendría que intentar
Limpiarme los ojos.

Dígame quién soy
Y míreme a los ojos
¿Es usted mi amiga?
¿Me hará usted feliz?

La noche no ha acabado
Y la noche está ardiendo
¿Dónde está el paraíso?
¿Dónde se han metido los dioses?


Poemas tomados de Michel Houellebecq, Configuración de la última orilla. Anagrama.