"Camille
Claudel vivió durante los últimos treinta años de su vida en un asilo,
preguntándose por qué, escribiendo cartas a su hermano poeta, que había
autorizado su internamiento. Venid a visitarme, decía. Recordad, estoy viviendo
aquí con locas; los días son largos. No fumaba ni daba paseos. Se negaba a
esculpir. Aunque le daban piedras para dormir -mármol y granito y porfirio- las
rompía, recogía los trozos y los enterraba fuera de los muros por la noche. Por
la noche sus manos crecían, más y más enormes hasta que en la fotografía
parecen dos partes de otro cargadas sobre las rodillas."
*Carson,
Anne. Sobre piedras para dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario