Algunos de los libros publicados por Luis Jorge Boone |
Entrevista
Las palabras, el primer juguete
Xóchitl
Salinas Martínez entrevista a Luis Jorge Boone
Hola,
Boone, muchas gracias por aceptar conversar conmigo en exclusiva para Mood
Magazine. Sé que eres un escritor muy activo y conocido por tu trabajo como
poeta, cuentista y novelista, así como también en el ensayo y la columna. Eres
de los escritores más sólidos y con presencia de nuestra generación y no lo
digo yo, sino que lo atestiguan los múltiples premios que te han dado y tu
constancia en la publicación de tu obra. Platiquemos un poquito para que
nuestros lectores sepan algunas cosas más sobre ti:
*Podríamos comenzar hablando sobre tu inicio
como lector. ¿Cómo fue que te enamoraste de los libros?, ¿qué leías en esos
momentos?
Lo
primero que leí fueron los cómics que me regalaba mi abuela paterna. Yo los
coleccionaba desde antes de saber leer. Quería que me enseñaran las letras para
poder leerlos; cuando me dijeron que sólo íbamos a leer libros, me decepcioné
un poco. Luego fui agregando otras cosas. Poesía primero. Narrativa, teatro,
divulgación científica. Creo que una relación con el lenguaje funciona siempre
en varios sentidos, es decir, no te topas con la resonancia de las palabras en
una sola ocasión, en un solo objeto. La música también fue importante para mí.
Las canciones son mitad palabra y mitad melodía. Refiriéndome a los libros, lo
primero que leí y me encantó fue una antología de leyendas y mitologías del
mundo. Luego vinieron cosas que me llevaron a distintas zonas de la literatura,
sin una guía precisa. La Divina comedia,
la poesía de Neruda, los cuentos de Arreola y Rulfo, las obras de Shakespeare.
*¿En qué momento surge tu interés
por “dar el brinco” entre disfrutar leer y comenzar a desear contar historias?
Creo
que empezó sin darme mucha cuenta de lo que estaba haciendo. Se dio con
naturalidad. Decía Daniel Sada que las palabras son el primer juguete de un
niño, y así fue, un poco. Quería provocar que mi lenguaje hiciera lo que veía
que hacía en los libros. Se cargaban de una energía y producían unos efectos
recargados, potenciados, que el habla cotidiana ocultaba, y que se mostraban a
través del trabajo literario. Es un contagio. Una tentación también, la de
romper el límite entre testigo y actuante. Ser parte de eso que te entusiasma.
*¿Cuáles son tus raíces literarias
y a qué autores consideras fundamentales en tu vida y tu trabajo?
Empecé
en los cómics, la poesía, la mitología, los géneros populares. Eso me formó
como lector. Descifrar de qué autores vienes como escritor no es labor de uno
mismo, sino de quien tenga una distancia adecuada. En ese aspecto me interesa
más mi vida como lector; ahora, creo además que uno va conformando círculos a
partir de los autores que a le interesan, y de los que más te conmueven y te
llevan a nuevos enfoques y nuevas posibilidades del hecho literario.
Lo
que llamo mi primer círculo se formó entre los doce y los veinte, o así. Una
etapa de formación. Ahí están Borges, Lovecraft, Poe, Neruda, García Márquez,
Bradbury, Vallejo, Faulkner, Philip K. Dick.
Luego,
entre los veinte y los treinta, encontré a Sam Shepard, Barry Gifford, Cormac
McCarthy, Inés Arredondo, Wislawa Szymborska, Leonard Cohen, Luis Antonio de
Villena, Don DeLillo, Scott Fitzgerald, Ane Carson, Salman Rushdie, Javier
Marías, Paul Auster.
Después
están los autores que empecé a leer hará unos diez años, poco más: Joyce Carol
Oates, Truman Capote, Richard Ford, Emmanuel Carrère, Alice Munro, Ricardo
Piglia, Julian Barnes.
Son
autores de los que tengo casi toda la obra, o en eso ando, de quienes espero
sus libros nuevos, a los que releo. Últimamente he pensado bastante en esos
círculos de lectura personales. Son como los anillos de los troncos de los
árboles. Se traslapan, no están definidos del todo, se prestan espacios y
elementos entre sí. Son como las capas geológicas de la biblioteca, si la
entendemos no como el espacio en el que se resguardan los libros, sino como el
ejercicio de lectura que de ellos hacemos.
*Dicen que el que no oye consejos
no llega a viejo; ¿qué consejo te dieron, cuando estabas comenzando tu carrera
y sigues considerando importante?
El
consejo más importante no vino de un escritor, sino de una profesora que tuve
en la prepa: estudia lo que puedas, lo que esté al alcance, pero dedica tu vida
a lo que de verdad te gusta. Los estudios oficiales no definen de ninguna
manera el resto de nuestras vidas, la pasión sí debería de hacerlo.
Y
una vez leí en una entrevista que le hicieron a Jaime Sabines una frase que me
encantó, y que se me quedó grabada. Cuando le preguntaron qué le gustaba imitar
de los autores que admiraba, él dijo: la búsqueda de la libertad.
*En estos pocos más de 10 años que
llevas publicando y siendo un autor siempre presente ¿cómo miras, en
retrospectiva, tu paso por el camino de las letras?
Ya
son 14 desde que publiqué mi primer libro a los 26. Ya llovió. A veces no
entiendo cómo llegué aquí, a poder dedicarme a diario a lo que más me apasiona
en la vida. Antes de publicar mi primer libro pasé cinco o seis años en
talleres literario, leyendo, compartiendo libros e inéditos con mis amigos, en
la soledad que me daba vivir en Monclova, en una época sin internet
omnipresente ni redes sociales. Lo agradezco muchísimo. Ahora todo sucede a la
vista, y eso hace cierto daño. Me siento bien con cómo han ido las cosas. Hubo
épocas de esfuerzo que parecían no alcanzar ningún objetivo, en las que me
sentía perdido; hubo otras en las que los proyectos empezaron a cumplirse, en
que los libros encontraron su camino. El trabajo, el estudio, la dedicación, la
disciplina, pero sobre todo el gusto, todo esto me ayuda a escribir. Yo estoy
aquí porque me gusta escribir. Y porque me gusta tanto, por eso puedo sortear
lo que está alrededor.
*¿Con cuál género literario te
sientes más cómodo trabajando?
Cuando
escribo cuento, digo que ese. Luego escribo un poema y pienso que mejor ese
otro. Es el que esté escribiendo en ese momento. Me doy cuenta de que soy muy
voluble.
*Nos podrías contar, por favor,
sobre tus más recientes libros, Figuras humanas (Alfaguara) y Bisonte mantra
(Era)
Figuras humanas es
mi cuarto libro de cuentos. Son historias sobre el amor. Sobre cómo nos
descubrimos amantes, lo vivimos, y de los conflictos que entraña. No sólo en el
amor erótico, sino en la amistad, en el imposible, en la nostalgia, en los lazos
de sangre. Es un catálogo de las formas en que experimentamos el amor, y un
recorrido por paisajes y tonos narrativos y formas de contar.
Bisonte mantra
es un libro de poemas que tiene la estructura de un viaje por las carreteras y
el desierto de Coahuila. Quise hacer un recuento de las místicas que me han
interesado, y quise que el libro, que es un poema largo fragmentado, fuera una
meditación.
*¿Cuáles son los temas que te
interesa abordar ahora y desde qué perspectiva te gustaría hacerlo?
Cuando
termino un libro, pienso en qué cosas no he hecho, qué temas no he tocado, y
que me interesan. Creo que la ambición es tener un espectro temático amplio.
Pero eso lo juzga el lector. Uno hace lo que puede con lo que tiene.
*¿Nos podrías hablar un poco sobre
lo que estás trabajando en estos momentos?
Acabo
de pasar un año o poco más sin escribir. Nunca me había sucedido. Pero luego de
varios intentos, al fin me pude concentrar en libro de cuentos. Y con ese ahí
la llevo.
*Para despedirnos, platícanos alguna
anécdota divertida que te haya ocurrido en alguna de las muchas presentaciones
de alguno de tus libros.
En
las presentaciones pasa de todo. Me han dado hasta bendiciones rituales
ancestrales. Aunque muy seguido se presenta eso de “yo más que una pregunta
tengo un comentario” o “más que un comentario tengo un evangelio”, nunca ha
pasado lo del video que corrió por internet, del señor que corrió a un grupo de
rock que iba a tocar en la plaza de su pueblo: “yo más que un comentario,
traigo un machete”. Y eso ya es ganancia.
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Luis Jorge Boone y Xóchitl Salinas en Xalapa. |
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