Macanudo de Liniers

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"¿Y si no fuésemos otra cosa que los brazos de una voz?" Decir. Maliyel Beverido

martes, 20 de octubre de 2015

El cuerpo es un mundo



Historia de una mujer que caminó por la vida con zapatos de diseñador
(Fragmento)

Margo Glantz

(Mi vida vale más que un pecho, dijo Martha Juárez, de 36 años, cuando le diagnosticaron un cáncer en el pecho y le plantearon la necesidad de elegir entre una masectomía y una tumerectomía (tratamiento conservador que consiste en la extracción del tumor una vez reducido su tamaño mediante radioterapia). Cuatro años antes le habían aconsejado la segunda opción aunque le advirtieron asimismo que la radioterapia no garantizaba la reducción del tumor. Decidida  a eliminar cualquier riesgo y convencida de que una mujer puede ser tan femenina con un pecho como con dos, pidió que le amputaran totalmente el seno derecho.)

La pérdida de un órgano de connataciones sexuales y maternales tan acusadas supone un gran impacto psicológico para las pacientes a quienes se les recomienda una masectomía, aunque posteriormente, cuando reflexionan sobre los riesgos que supone conservar el pecho o los pechos, aceptan la intervención, aunque sepamos que un acto quirúrgico es excesivo y violento.

(Los médicos advierten a las mujeres que un acceso más general a los programas de cribado evitaría 25.000 fallecimientos anuales.)

(Alguna vez leí la noticia de una mujer que operaron de cáncer en los ovarios; como medida de preocupación, decidió extirparse a la  vez los dos senos: el médico aceptó a mutilarla, pero antes de proceder a la múltiple amputación exigió una declaración firmada ante notario.)

Sigo absorta pensando en la muerte, es una muerte nocturna, oscura, sigilosa, disfrazada, nada me calma, ni siquiera la lectura de los prodigiosos avances de la ciencia. La inquietud vuelve a apoderarse de mí con fuerzas renovadas, las emociones acumuladas en ese breve intervalo, el de mi llegada al laboratorio, la lectura intermitente de la novela y las revistas, la cursilería y eficacia de la enfermera, la toma de placas. De pronto la angustia se mitiga si puedo expresarla con palabras, aunque sean putas, aunque chillen, mejor que chillen.


*Glantz, Margo. Historia de una mujer que caminó por la vida en zapatos de diseñador. Anagrama, 2005. pp: 184-185




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