Essaouira, Marruecos o Mogador, La Ciudad del deseo. |
Quinteto de Mogador es
un conjunto de libros que a su vez forman un collage de escenas, de situaciones
de deseo que se presentan al lector como una composición geométrica, como
un tablero de azulejos de los que se ven
en las fuentes de Marruecos, los zelijes.
La antigua ciudad
portuaria de Mogador, hoy conocida como Essaouira, es una ciudad fortificada de
mediados del siglo XVII, cuyo centro histórico fue catalogado en 2001 por la
Unesco como patrimonio mundial de la humanidad. La Mogador de Ruy Sánchez es la
ciudad del deseo y la materia sobre la cual construye la ciudad imaginaria
donde suceden la mayoría de sus novelas.
Quinteto de Mogador
reúne los cinco libros situados en la ciudad mítica en la literatura de Ruy
Sánchez, puerto situado en la costa Atlántica de Marruecos donde soplan vientos
que entremezclan la realidad y el sueño. Mogador es el lugar de los contadores
de historias donde se guardan los misterios de la intimidad y de las pasiones
humanas. Es la ciudad imaginaria del escritor mexicano, y como si de una mujer
se tratara, también su objeto de deseo. Es la metáfora de la búsqueda amorosa y
a la vez de la mujer amada.
Como explica el propio
autor, cada volumen aborda un aspecto del fenómeno del deseo contado en situaciones
específicas. Son cinco círculos concéntricos que giran cada uno nueve veces,
“el nueve como retícula que todo lo permea y le da armonía de composición”. “El
deseo es un cosmos dibujado en Mogador con cinco colores o cinco elementos:
aire, agua, tierra, fuego y la quintaesencia, el asombro”, añade.
Nueve veces el asombro
es el origen de esta experiencia aunque no fue el primero que el autor publicó.
Habla del deseo desde el deseo y del asombro desde el asombro siendo a la vez
poema, pensamiento y narración. Le siguen Los nombres del aire, donde se
pregunta sobre la naturaleza del deseo femenino; En los labios del agua, cuyo
narrador busca a su amada del desierto de Sonora al Sahara, versa sobre la naturaleza
del deseo masculino, y sobre todo su asombro y curiosidad ante el deseo
femenino; Los jardines secretos de Mogador explora la posibilidad de crear un
ámbito compartido, un fugaz paraíso. Y cierra
La mano del fuego, una
narración que en el mundo árabe se llama una Jamsa, “un relato amuleto que se
dispara en cinco direcciones simbólicas como cinco dedos”. Quinteto de Mogador es
un conjunto de libros que a su vez forman un collage de escenas, de situaciones
de deseo que se presentan al lector como una composición geométrica, como
un tablero de azulejos de los que se ven
en las fuentes de Marruecos, los zelijes.
La antigua ciudad
portuaria de Mogador, hoy conocida como Essaouira, es una ciudad fortificada de
mediados del siglo XVII, cuyo centro histórico fue catalogado en 2001 por la
Unesco como patrimonio mundial de la humanidad. La Mogador de Ruy Sánchez es la
ciudad del deseo y la materia sobre la cual construye la ciudad imaginaria
donde suceden la mayoría de sus novelas.
Quinteto de Mogador
reúne los cinco libros situados en la ciudad mítica en la literatura de Ruy
Sánchez, puerto situado en la costa Atlántica de Marruecos donde soplan vientos
que entremezclan la realidad y el sueño. Mogador es el lugar de los contadores
de historias donde se guardan los misterios de la intimidad y de las pasiones
humanas. Es la ciudad imaginaria del escritor mexicano, y como si de una mujer
se tratara, también su objeto de deseo. Es la metáfora de la búsqueda amorosa y
a la vez de la mujer amada.
Como explica el propio
autor, cada volumen aborda un aspecto del fenómeno del deseo contado en situaciones
específicas. Son cinco círculos concéntricos que giran cada uno nueve veces,
“el nueve como retícula que todo lo permea y le da armonía de composición”. “El
deseo es un cosmos dibujado en Mogador con cinco colores o cinco elementos:
aire, agua, tierra, fuego y la quintaesencia, el asombro”, añade.
Vista de Essaouira por el lado exterior de la muralla. |
Nueve veces el asombro
es el origen de esta experiencia aunque no fue el primero que el autor publicó.
Habla del deseo desde el deseo y del asombro desde el asombro siendo a la vez
poema, pensamiento y narración. Le siguen Los nombres del aire, donde se
pregunta sobre la naturaleza del deseo femenino; En los labios del agua, cuyo
narrador busca a su amada del desierto de Sonora al Sahara, versa sobre la naturaleza
del deseo masculino, y sobre todo su asombro y curiosidad ante el deseo
femenino; Los jardines secretos de Mogador explora la posibilidad de crear un
ámbito compartido, un fugaz paraíso. Y cierra La mano del fuego, una
narración que en el mundo árabe se llama una Jamsa, “un relato amuleto que se
dispara en cinco direcciones simbólicas como cinco dedos”.
Quinteto de Mogador es
“como una escalera de caracol que se va ensanchando hacia arriba, una pirámide
espiral invertida”, acompañado de bellas caligrafías, el arte de la escritura
mística y artesanal.
Essaouira, Marruecos o Mogador, La Ciudad del Deseo. |
EXTRACTOS
«El cinco es un
fetiche. Y es cifra en el doble sentido de número y de código secreto. Acumula
significados: protección divina, símbolo de armonía, síntesis de los elementos
del universo. Cada dedo es agua o tierra o aire o fuego y el quinto es la nada
que los une. La nada que a la vez es todo. La quintaesencia. Mano poderosa que todo
lo contiene, incluyendo el vacío. Que todo lo hace con posible habilidad y con decisión
lo ejecuta, lo empuja, lo cuida.»
«Los amantes se dieron
cuenta de que cientos de azulejos los rodeaban dibujando un universo geométrico
que los vestía con sus reflejos de colores y a la vez los pintaba desnudos. Era
como verse distorsionados en un espejo impresionista. El cuarto, el patio, la
fuente, las columnas, eran como un solo cuerpo sensible del cual ellos formaban
ahora parte. Un cuerpo hecho de luz y colores: piel de azulejos.»
«Ahora, desnudo entre
azafrán, aceite y azulejos, cuando pensó en Mogador se llenó de preguntas y
algunas imágenes difusas. Pero ¿de verdad existe Mogador o, como aseguran
algunos, es el nombre de una mujer descrita como un puerto? ¿Por qué dicen que
ella siempre seduce pero nunca se la posee completamente? ¿Por qué se habla de
ella con asombro? ¿Por qué le dicen la ciudad del deseo?»
«Dicen que los
mogadorianos hacen el amor pensando que recorren las calles de su ciudad. Así
se tardan más y siempre juegan a que se extravían»
«Dicen, con rítmica
insistencia, que el tiempo en Mogador es otra entrada al cuerpo: un sexo
abierto y profundo, una noche larga y buena, un apetecible misterio. Una aparición.»
«Los Sonámbulos no
distinguen entre la realidad y el deseo. Su realidad más amplia, más tangible,
más corporal es el deseo. Me muevo porque deseo. La vida en sociedad es un
espeso tejido de deseos. El hogar una casa de deseos. La alcoba un jardín de deseos.
Mi jardín es la trenza de mis deseos con los de la naturaleza. La realidad es también,
y sobre todo, aquello que deseo.»
«Hacía un paralelo
entre Mogador y una mujer. Entraba en ellas, las poseía, pero en el fondo
siempre le eran radicalmente inaccesibles. Parecía afirmar, como buen maestro sufí,
que nunca se termina de poseer a alguien, especialmente a las mujeres y a las ciudades.»
«Sobre el portón de
muchas casas de Mogador o sobre un muro encalado, y especialmente en las
callejuelas laberínticas de la medina, la parte antigua de la ciudad, se puede
ver la huella roja entintada de una mano. Los cinco dedos separados claramente.
De alguno de ellos o de la palma entera escurre un poco de pintura. Es una
huella poderosa: está ahí para ahuyentar a los malos espíritus, al mal de ojo o
a cualquier otro tipo de maldición. Es una mano que conjura, bendice, protege. También
es mano abierta para recibir al que en su cuerpo trae una presencia buena. Se
llama Mano de Fatma o Jamsa. En árabe Jamsa significa cinco.»
«Nunca lo repetiré lo
suficiente: reconocer la piel de una mujer es un reto enorme para la percepción
más bien limitada de los hombres.»
«Acariciarse lentamente
cuando se ama es como andar a tientas en la noche cerrada con las manos por
delante, tocando a la obscuridad suavemente. Y de pronto, aquí y allá, sobre la
piel de la noche, surgen luminosidades en el cuerpo acariciado. La noche amada
se ilumina por un segundo dejando ver que el deseo se enciende. Y la luz de los
cuerpos, cuando ha nacido pacientemente fuera del tiempo, siempre pide más luz.»
LA CRÍTICA HA DICHO
SOBRE EL AUTOR
«Una sorpresa: las
invenciones de Alberto Ruy-Sánchez. No invención de un lenguaje sino un lenguaje
inventor de atmósferas insólitas. […] También se ha revelado como uno de
nuestros mejores ensayistas. Su escritura es nerviosa y ágil, su inteligencia
aguda sin ser cruel, su ánimo compasivo sin condescendencia ni complicidad» OCTAVIO
PAZ
«Ruy-Sánchez es sin
duda el más interesante de los escritores mexicanos actualmente activos. En su obra
los géneros literarios no tienen fronteras, siempre desconcierta y sorprende,
siempre va a fondo y, siendo profundo, sin embargo sonríe. Conoce las reglas
del arte narrativo y las rompe para restablecerlas más a fondo. Por eso sus
libros, siendo literalmente extraños han sabido crear un vínculo con lectores,
cada vez más numerosos, que lo han convertido en autor de culto. Es la mejor carta
que tiene la literatura mexicana y una de las mejores de nuestra legua» OCTAVIO
PAZ
«(Cada uno de los
libros de Quinteto de Mogador)… es perfectamente independiente y a la vez está sutilmente
unido a los otros por una estructura que Ruy-Sánchez toma del arte geométrico de
los maestros del azulejo, los “zelijeros” que hacen fuentes, lambrines y
alicatados con apariencia de mandala en Marruecos, en el sur de España y en
México.» JUAN BUSTAMANTE
«Más que novelas sus
libros son un nuevo modo de aprender a leer: el de la fulguración.» SEVERO
SARDUY
«Lector de una
narración oculta, el invisible tatuador que también es Ruy Sánchez revela los
rasgos de Eros, el dios dormido: piel como pergamino, sangre como tinta, aliento
como escritura, dibujo como palabras.» ALBERTO MANGUEL
«Hay en los libros de
Alberto Ruy Sánchez un raro clasicismo, una escritura que él sabe hacernos clara,
tan pura como para revelarnos, casi soñando, los secretos de nuestros sueños.
Para situar el clima de este arte hecho de transparencia y sensualidad es
necesario citar Les filles du feu de Gerard de Nerval, o algunos de los poemas
en prosa de Ramón Gómez de la Serna celebrando los senos femeninos. Ésta es una
coreografía del deseo.» CLAUDE MICHEL
CLUNY, Le Figaro Litteraire
«Del desierto mexicano
de Sonora al Sahara, del trópico inaudito de la Guayana Francesa a la jungla urbana
de París o de la Ciudad de México, el deseo viaja en los libros de Alberto
Ruy-Sánchez a la velocidad del sueño.» FÁTIMA ZOHRA LARBI
«Alberto Ruy-Sánchez ha
sabido evitar los escollos de la mirada masculina sobre la mujer, y especialmente
sobre la mujer árabe. Y sobre todo cuando se trata de una mirada extranjera
sobre ella, que casi siempre es percibida como objeto de deseo de los fantasmas
masculinos y no como sujeto. Las mujeres en la obra de Ruy-Sánchez son mujeres
que desean desde antes de ser deseadas.» OUMAMA AOUAD LAHRECH
«En sus novelas, Ruy
Sánchez explora las infinitas formas del deseo a través de una "prosa de intensidades,"
una narrativa de ruptura que debe mucho a la poesía, la música, las artes
plásticas, la arquitectura y el diseño gráfico. (...) Para este autor la
literatura se concibe como un trabajo artesanal cuya construcción minuciosa se
arma con equilibrio, armonía, y vitalidad con la meta final de que el libro le
hable al lector de sí mismo, sobre todo de sus propios deseos.» RHONDA DAHL
BUCHANAN
«La distancia entre
México y Mogador es una metáfora del deseo, conlleva un vaivén no tanto físico cuanto
espiritual, cuya función es la de reactivar la nueva aproximación del espacio
fuera del tiempo donde puede resurgir la evanescencia del secreto. Mogador, mil
veces recorrida por la espiral del deseo es, además del centro en el que la
magia del tropismo fundamental se vuelve operante, además del jardín de los
jardines, un cuerpo, además de un cuerpo, una mujer, y además de una mujer, el amor.
Alberto Ruy Sánchez es para mí más que un novelista, es lo que constituye en
nuestro tiempo una rareza: un órfico.» GABRIEL IACULLI
«Existe, según yo, un
principio que distingue los libros de Ruy Sánchez de la mayor parte de la literatura
erótica que se escribe hoy: es la ternura. Nunca en sus descripciones hay el
menor asomo de misoginia o fastidio, lo cual no deja de asombrar.» VERÓNICA
MURGUÍA
EL QUINTENTO
Essaouira o Mogador,
ciudad marina, amurallada y laberíntica, ciudad de deslumbrante belleza,
deseable, deseante y nunca de verdad poseída, metáfora de la búsqueda amorosa y
a la vez de la mujer amada. ¿Pero de verdad existe Mogador o, como aseguran
algunos, es el nombre de una mujer descrita como un puerto? ¿Por qué dicen que
ella siempre seduce pero nunca se la posee completamente? El deseo se dibuja
en Mogador con cinco colores o cinco elementos: aire, agua, tierra, fuego y la
quintaesencia, el asombro. Los cinco libros que forman el Quinteto de Mogador
Nueve veces el asombro, Los nombres del aire, En los labios del agua, Los
jardines secretos de Mogador y La mano del fuego, reunidos por primera vez en
un solo volumen, construyen un microcosmos en cuyo centro late la búsqueda del
amor y, a la vez, de la mujer amada. «Aire devorado por el agua que absorbe la
tierra y sus jardines, que consume ávidamente el fuego. Vista en su conjunto y
con asombro, piensa ella recorriendo con la mirada los círculos espirales del
Quinteto de Mogador, esta habitación de azulejos y caligrafía que hemos
construido es como una máquina para ayudarnos a vivir y pensar el deseo. Un
lugar donde mil y una historias, revelaciones e ideas, desde hace más de veinte
años se nos entretejen. Y uno puede deambular entre los círculos y las piezas
con enorme desenvoltura. El gusto de leer a saltos y a ratos, mirar al azar,
escuchar por placer lo que nos plazca de todo lo que nos ofrecen.» Alberto Ruy
Sánchez
BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Alberto Ruy Sánchez. |
Alberto Ruy Sánchez se
ha dedicado veinte años a escuchar historias de mujeres y hombres deseantes y a
hacer con ellas la composición de un conjunto de libros que son exploración,
invocación, poesía y finalmente reflexión sobre el deseo y sus equívocos. Un
eje: Nueve veces el asombro y cuatro puntos cardinales como los cuatro
elementos de un microcosmos en explosión: Los nombres del aire, En los labios
del agua, Los jardines secretos de Mogador y ahora La mano del fuego componen
esa búsqueda poética del erotismo. Cada uno de ellos ha sido premiado en
diferentes continentes y varias veces traducido. El autor cultiva el placer de
contar historias, de viajar para hacerlo y de seguir escuchando. Se ha vuelto
un lector y conferencista nómada. De su vida universitaria en París, donde fue
alumno de Roland Barthes y de Gilles Deleuze, conserva el inmenso placer de
tratar de comprender y la práctica gozosa del ensayo. Fue colaborador cercano
de Octavio Paz. Cree en la edición como una pasión compartida, alrededor de la
multipremiada revista Artes de México que resucitó y dirige desde 1988. Oficio
que fue premiado en 2006 por la industria editorial de su país con la más alta
distinción que se otorga a la carrera de un editor. Entre otros reconocimientos
a su obra literaria fue nombrado Oficial de la Orden de las Artes y de las
Letras por el gobierno de Francia. Y el de Kentucky lo hizo Capitán Honorario
del barco de vapor más antiguo del río Mississippi, La Belle de Louisville.
Quinteto de Mogador es
“como una escalera de caracol que se va ensanchando hacia arriba, una pirámide
espiral invertida”, acompañado de bellas caligrafías, el arte de la escritura
mística y artesanal.
Cartografía del deseo. |
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