Philippe Claudel (Nancy, Francia, 1962) |
Aromas (2013) |
Cada letra tiene un aroma, cada verbo, una fragancia.
Cada palabra trae al recuerdo un lugar y sus olores. El texto y la memoria, se
convierten en el maravilloso río, mil veces ramificado, de nuestra vida soñada,
de nuestra vida vivida, de nuestra vida por vivir, que nos lleva y al mismo
tiempo nos revela. En "Aromas”, Claudel reunió una colección de textos
breves que evocan una serie de momentos rescatados de su memoria por el poder
evocador de esos perfumes que lo acompañaron.
El perfume intenso de la tierra negra, de la loción de
su padre, son una muestra de algunos olores que traen a la memoria objetos,
lugares y gente añorados. Aromas que encantan y envuelven; otros no muy gratos;
pero todos hacen soñar, y construyen a
los seres humanos. Estos perfumes, que nos empapan mediante la prosa cálida e
íntima de Philippe Claudel, nos envuelven en su pureza y afabilidad. Estos
relatos se convierten en un homenaje y en una celebración a la vida sencilla y
plena.
Entre los 63 aromas que incluye en el libro, los que
más le "conmueven", aparte de los relacionados con la naturaleza, son
los que evocan a personas como su hija, su mujer, su madre o su tío,
"olores humanos mezclados con perfumes".
"Aromas" surgió a partir de una lista de los
olores que habían dejado huella en su vida, para evocar momentos, mundos,
paisajes vividos en el pasado, como si fueran chispas que habían quedado ocultas
en nuestros recuerdos. Una autobiografía “sin intención” o “accidental” pues el
autor pensaba trabajar sobre el perfume, los olores y escribir textos
objetivos, sin intervención personal; pero al final, los perfumes hicieron que
hablara de sí mismo. En el libro predominan los olores de la infancia y la adolescencia
porque fueron, según Claudel, los años
en que se construyó su personalidad; en comparación con los más cercanos a la
actualidad, que lo muestran ya como un hombre hecho.
El mero hecho de escribir, de verbalizar esos olores,
es racionalizar algo tan irracional como un aroma y crear la intimidad. El
lenguaje como instrumento para describir esos olores y transmitirlos. Así, la literatura
vuelve a su objetivo primigeneo: la transcripción de sensaciones en palabras.
EXTRA:
Elsa Zylberstein y Kristin Scott Thomas reciben indicaciones de Philippe Claudel mientras grababan Il y a longstemps que je t'aime (Hace mucho que te quiero) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario