Diez
consejos de Carlos Fuentes para la escritura
1.
Disciplina. Los libros no se escriben solos ni se cocinan en
comité. Es un acto solitario y, a veces, aterrador. Es como entrar a un túnel
sin saber si habrá salida.
2.
Leer mucho, todo, vorazmente. La vida no te va a alcanzar para
leer y releer todo lo que quisieras.
3.
Relación entre tradición y creación. No hay nueva
creación literaria que no se sostenga sobre la tradición, de la misma manera
que no hay tradición que perviva sin la savia de la creación. El autor de ayer
se convierte en autor de hoy, y el de hoy, en el de mañana. Es así porque el
lector conoce algo que el autor desconoce: el futuro. El siguiente lector de
Don Quijote será siempre el primer autor de Don Quijote.
4.
La imaginación. “La loca de la casa”, abre con
todas sus locuras todas las ventanas. Respeta a los vampiros que duermen en los
sótanos. Levanta los techos de las casas. La imaginación vuela y sus alas son
la mirada del escritor. Mira y sus ojos son la memoria el presagio del lector.
La imaginación es la unidad de nuestras sensaciones lideradas. Es el as en que
se reúne lo disperso […] Imaginar es trascender o por lo menos darle
sentido a la experiencia, es convertir la experiencia en destino y
salvar al destino con suerte de la simple fatalidad.
5.
La importancia de la realidad literaria. No se limita a
reflejar la realidad objetiva. Añade algo que no estaba allí, enriquece y
potencia la realidad primaria.
6.
El tiempo en la literatura transforma la historia
en poesía y ficción. La literatura ve a la historia y ésta se subordina
fatalmente porque la historia es capaz de verse a sí misma sin un lenguaje.
7.
Publicada, la obra literaria ya no te pertenece. Se
convierte en propiedad del lector. También en objeto de la crítica y en un
diálogo con la obra. La literatura es idéntica al instrumento de su crítica,
que es su propio lenguaje; ni las artes plásticas, ni música, el cine, incluso
el teatro sufren de esta incestuosa relación entre palabra creadora y palabra
crítica.
8.
No dejarse seducir por el éxito inmediato ni la ilusión de la inmortalidad.
La mayoría de los best sellers de una
temporada se pierden muy pronto en el olvido; el bad seller de hoy puede ser el long
seller de mañana. Sé fiel a ti mismo y escucha la voz profundad tu
vocación. Asume el riesgo tanto de lo clásico como de lo experimental.
9.
Posición social del escritor. El escritor
cumple con una función social siempre, manteniendo vivas en la escritura la
imaginación y el lenguaje. Aunque no tenga opiniones políticas, el
escritor, le plazca o no, contribuye a la vida ciudad con el vuelo de la
imaginación y la raíz del lenguaje. No hay sociedad libre sin ella. No es
fortuito que los regímenes totalitarios traten de silenciar a los escritores.
10.
El décimo mandamiento está en tu imaginación y de todos los escritores
“de su palabra y su libertad”
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